
Quedé pensando en la buena luna llena que iluminaba tu rostro de tez morena, mientras tu expresión perfila tu brillante sonrisa. Aunque de atónita fui, al ver tu llegada bajo el sol radiante cubierto de calor de adrenalina, sin aliento alguno que respirar en tu dulce y amargo aroma. Creí que era todo un sueño cuando tus ojos penetraron hacia el primer beso apasionado que fue marcado a mis labios sin pensar del prolongado tiempo distanciados que ya...