viernes, agosto 31

Posted by Anónimo Posted on 12:57 | 5 comments

Sueño errado

Andando por el camino lleno de pesares que daban una por una, pero rápidamente no vuelve. Quisiera que todo se marchara atrás, para hacer lo que no había hecho y para no hacer lo que no debía hacer. El camino sigue, desde un instante dormí profundamente, tratando de crear un sueño imaginable. Escenas que puedan ser reales y a la vez soñadas todos los días. De pronto el sueño acabó con un final triste, no sé qué pudo pasar, de tanto camino que recorrí, llego a mi casa con un sueño con final triste. Mi rostro desvanecía sin pensar otro aquello que pueda olvidar, mi mente permanecía en ese sueño, buscando de una respuesta a otra del por qué inventé un sueño con final triste. Sin importar de lo que de mí traí, como objeto de valor, u otra cosa personal, pero el sueño me volvía en mi cabeza y en cada pedazo de mis pensamientos. Y olvidando todos mis quehaceres, las respuestas que sin conciencia lo recuperaba. Ese sueño me hacía daño, no sé por qué, pero me hacía ser vengativa de no tener las respuestas de mis dudas de ese sueño que no lograba cifrar la verdad de mi invención. Me volvía desesperada por perder todo lo que lo último tenía, me rayaba la mente aquello lo que debería hacer, me arrepentía, me afligía, me olvidaba todos mis momentos, hasta el día en que antes de dormir me angustiaba para no soñar de nuevo. Lo duro de ser es que mi piel se enfriaba, dando vueltas y vueltas creyendo que la Tierra no giraba en torno al sol, que me produjo marea hasta dejar caerme al suelo. Luego de una extraña mirada que no alcanzaba de ver por dónde me encontraba, sentí un tiritón, mi cuerpo temblaba de frío invernal, mientras sispiaba detrás de mi ventana, y no podía ni tan sólo mover un dedo, con el deseo de salir de la ventana y dejar que caiga lluvia sobre mí. ¿Qué hubiera hecho? ¿Cómo no traté de pronunciar un palabra de ayuda si me encontraba sola? Preguntas y preguntas, sin respuestas ni solución quedó al amancer, con mis ojos cerrados de insomnio, intenté moverme de un lado a otro, si podía mantenerme de pie. Y lo logré, no sé cómo, pero logré ser fuerte sin respuestas y me di cuenta que los sueños se pueden modificar, se puede cambiar algún detalle que finaliza una felicidad. Tanta alegría que me sudaba en la sien, mi frialdad desapareció y nuevamente senti calor cuando mi corazón latía tan fuertemente con seguridad sin fallas. Caminé como si un niño dando sus primeros pasos, riendo de todo es posible cambiar el sueño imaginable. Sin importar que los hechos eran errados, sino que se puede aprender y cambiar para ser un sueño perfecto.

martes, agosto 28

Posted by Anónimo Posted on 23:48 | 2 comments

¡Ya no más!

No quiero saber más de tus ojos que interpretaron decepcionándome. Nunca más volveré a sentir tu mano provocadora, porque ya tienes una en quien compartir. No te daré la mía porque el amor no es de tres, sino de dos. Mentiras tras mentiras, molestos de tus palabras, fueron brotados y oídos en mí. Te creí y te esperé, hasta un día tus palabras cambiaron, ya no eran las mismas, como en cierto instante te observé con un rostro lleno de confusión, algo de tristeza pero a la vez de felicidad. No sé, al ver esa condición, estabas con otra criatura que me dejaste perpleja, sin palabras como si mi cuello estuviera acuchillado. Nuestras miradas cruzaron que luego de un rayo de luz nos dejó ciego para desviarnos del mirar. Tu corazón palpitaba a ritmo violento por la causa de daño que me hiciste. Ahora veo que eres un rompecorazón, ya no entiendes de lo que de mí te dice, ya no entiendes de lo que tu corazón te pide, y haces caso al demonio, ¡pobre tipo!

Así te marchitas dejándome tu orgullo sin perdón. Con ira pisaste la flor que se hizo en pedazos y en cenizas, sin poder regarla con tus lágrimas lleno de recuerdos indignos. Pero te marchitas sin palabras, sin un adiós, sin ningún te quiero, sin un te extrañaré, sin ningún volveré. Te vas como el último pétalo girasol que cayó sobre mis llantos, de la que me obsequiaste alguna vez. Ésta la lleva con la brisa al lugar desconocido, en donde yo nunca te encontraré. Ya no quiero volver a ti, por abandomarme sin explicación, ya no ruego a la brisa que vuelva para que se cumplan todos mis deseos, porque me ocultaste de tus malos sentimientos. Y te pido que no admito tus súplicas, ni tus clemencias, ni tus detalles de amor queriendo que todo se vuelva como rosa. Imposible, todo lo transformado de ti en mí, se derrumbó por tus palabras incoherentes, talvez no pensadas, quizás impulsivas o talvez hirientes. Ahora déjame soñar, déjame soñar sin ti, sin tus besos, sin tus ojos, sin tu risa, sin tus susurros, sin tus gritos, y déjame a mí soñar sin tu todo para no volver a ser tuya.
Posted by Anónimo Posted on 22:05 | No comments

Dolor a Paz

Creo ver la lluvia caer, en mi ventana te veo pero no esta lloviendo, que vagas por las calles llenas de pensamientos negros, sin reflejo alguno que quisiera alumbrarte. Sinceramente pido que callen mis pensamientos, para buscarte en lo más profundo del rocío brotable de tu corazón. No veo más en tus ojos desvanecer por aquel día, mas los dolores que recibiste sin explicación. Con delicadeza te limpié y te sequé de tus lágrimas hasta transformar la última sonrisa contagiosa. Tomando de tus manos llenos de frialdad de ternura, sin mirar el otro lado de la lluvia que caminabas sobre variables inundaciones que absorvían por tus pies. De pronto en tu alrededor cambió sin sentido. Desde la urbanidad al vacío incotable, fijando en lo solitario que sentiste, sin el sonido polvoriento que permanecía, sin el perfil de tus angustias. Te vi, y me encontraste, me viste y me abrazaste, oyéndote extráñamente, paso a paso de tus dichos con aliento de tristeza que busca solución costosa para darte mis alegrías perplejas sin condición. Al bramar tantas palabras tuyas, se armó una visión oscura que me obligaba a salir en necesidad, perfilando tus miradas que provoca soñar de alguna manera imposible para buscar el otro camino sin final, o un laberinto sin salida. Es que no existe, no hay imaginación sin llantos, no hay puerta que cambia la vida, no puedo abrir mi mente sin coraje, no puedo permanecer en tu equilibrio sin saber sufrir. Pero al ver desesperadamente, en un momento de la escena, vi una gota que caía sobre tu rostro maltratado, y lentamente salpicaba desapareciendo las descorazonadas, mientras tus dichos callaron, las preguntas cuestionadas ya no había, el laberito se derrumbó hasta volar sus piezas, todo desapareció. Todo quedó en tranquilidad, en silencio prematuro del sol amanecer, con ruidos sordos que corría la olas del mar, mientras las brisas traspasaban sobre tu cabello sin contar en que todo lo pasado se había perdido al oir los gemidos agónicos de las aves que inducían una explosión de alegría, porque el lugar había sido descontaminado de dolores. Asombrados observando toda esa paz que tanto soñábamos, sin importar si había algún humano, sino que sólo los dos pudimos salir y encontrar el lugar perfecto para vivir en paz.